Elige un lugar sencillo: De preferencia un solo destino y poco tiempo de viaje. Un vuelo directo o un viaje corto en auto es mejor.

Lleva una identificación: Un brazalete o collar médico ayuda en caso de que se separen.

Consulta al doctor: Pregunta si hay medicinas que ayuden si la persona se siente ansiosa o agitada.

Empaca de más: Lleva ropa, ropa interior y artículos de cuidado personal extra.

Algo que dé calma: Un libro, una cobija o un peluche favorito puede ayudar a que la persona se sienta tranquila.

Viaja acompañado: Otra persona puede ayudar mucho a compartir las tareas y apoyar.

Llama a la aerolínea: Pide ayuda para abordar antes, usar silla de ruedas o lo que se necesite.

Llega con tiempo: Así pueden manejar cualquier retraso sin problema.

Documenta las maletas: Para que tengas las manos libres para ayudar a la persona.

Lleva snacks y actividades: Comida que le guste, música, audiolibros o un bolsita con juegos pequeños.

Planea para el baño: Averigua si hay baños familiares. Está bien ayudar a alguien del sexo opuesto si es necesario.

Usa tarjetitas de apoyo: Estas tarjetas explican de forma discreta al personal que la persona vive con demencia.

El contacto físico ayuda: Tomarse de la mano o un masaje suave en el brazo puede tranquilizar.

Dividan las tareas: Uno puede ir al hotel con la persona y el otro recoger el equipaje.

Hazlo simple: En un lugar nuevo puede haber confusión. Da indicaciones cortas y con calma.

Mantén la rutina: Trata de que los horarios para comer, dormir y despertar sean parecidos a casa.

Tomen agua y descansen: Haz pausas para agua, snacks y el baño.

Tiempo para el cuidador: Si puedes, turnen el cuidado para que todos disfruten.

Haz lo que funcione: No tienen que hacer todo lo turístico. Busca lo que la persona pueda disfrutar.

Hazlo aún más sencillo: Elige un lugar cercano o conocido.

Evita viajes largos: Mejor vuelos cortos o sin escalas.

Busca tranquilidad: Un hotel tranquilo o una casa pequeña puede ser mejor.

Menos actividades: Salidas cortas y tiempo para descansar.

Evita multitudes: Paseos por la naturaleza, museos pequeños o un picnic en el parque.

Escuchar música: Canten juntos o solo tarareen.

Juego sensorial: Telas suaves, un baño de pies tibio o cremas con aroma para un masaje.

Momentos en la naturaleza: Sentarse en el patio a escuchar los pajaritos.

Ver fotos: Mirar álbumes o hacer uno con fotos de verano.

Arte sencillo: Pintar con los dedos o colorear.

Mascotas: Acariciar o sentarse junto a una mascota tranquila.

Jugar con agua: Un recipiente con agua y juguetes flotantes o trapos para exprimir.

Antojitos de verano: Compartir una paleta, un helado o un pedazo de sandía.